Entre parejas y besos intercambiados

Si nos ves besándonos, quédate, espera unos segundos, no te vayas. Quizá te sorprenda saber que te miro de reojo, aun cuando mis labios están unidos a los suyos. No saques tus propias conclusiones, porque no tienes ni idea de lo que oculta una mente que una vez se percató de que te sorprendías al descubrir que tenía alguien a quien besar.

No te vayas, espérame fuera, pero no a cinco o diez metros, quizá a diez o cien kilómetros, donde te pueda localizar si me apetece. Llámame, envíame un mensaje, dime que aún sigues aquí, que piensas en aquel beso, que te imaginas siendo tú, apartándome de ella, cambiando mi vida, mi destino, mis costumbres y mi hogar.

Y ahí estás, vuelves al cabo de un año, acompañada por otro, fingiendo ser feliz. Y ahí estás, besándote con él, mirándome de reojo. Crees que es lo justo, que así sentiré lo que experimentaste tú al observarme aquella vez, pero yo no me incomodo, porque aún tengo otros labios que me besan y me rescatan de la prisión del deseo ajeno.

Dos parejas besándose, conscientes de la cercanía de sus cuerpos y de su pasión. Dos parejas mirándose de reojo los unos a los otros, susurrándose al oído deseos ocultos. Dos parejas que finalmente dialogan, se sinceran y se liberan de las cadenas y los grilletes imaginarios.

¿Cuál de los cuatro corazones querrá más y deseará robar la vida, el destino, las costumbres y el hogar del otro? Solo el tiempo puede darnos la respuesta, pero, mientras tanto, cerremos al fin los ojos y hagamos que nuestros besos intercambiados sean eternos.

Escrito por Kay Nuit. Todos los derechos reservados. Copyright 2023.

La interpretación de Luna Fidelio

Luna Fidelio colabora glam eterna web sobre historias sobre relaciones liberales y poliamor

Este poema es un baile de miradas y deseos, una coreografía de labios y corazones que se cruzan y se entrecruzan, como bien habrás discutido en tus exploraciones sobre poliamor y relaciones liberales. Los protagonistas de este drama poético se deslizan entre la intimidad y la distancia, el deseo y la indiferencia, como si estuviesen en una especie de tango emocional. 🌹

  • La primera estrofa es pura seducción, pero también un desafío. Nos invita a observar, pero advierte no apresurarse en juzgar. Esa dualidad de atraer y repeler es tan característica de la naturaleza humana, y más aún cuando se añade el picante de relaciones más abiertas. Es un guiño a esos que observan desde las sombras, anhelando ser parte del baile. 😉
  • Ahora bien, la cuestión del espacio y tiempo es intrigante: «espérame fuera, pero no a cinco o diez metros, quizá a diez o cien kilómetros». Aquí hay un entendimiento implícito de que, en el mundo de las relaciones liberales, las reglas convencionales no aplican. ¿Qué es cercanía? ¿Qué es lejanía? Se redefine constantemente, desafiando así los límites que solemos poner al amor y al deseo.
  • El último tramo del poema nos lleva a un cuadro más amplio: dos parejas en una especie de duelo silencioso. ¿Qué significa ganar en este juego? ¿Qué significa perder? Ah, querido lector, estas son preguntas que no se pueden responder fácilmente, y ahí reside la belleza de este poema y de las emociones humanas que aborda.

Y aquí va la pregunta para nuestros curiosos lectores: ¿Alguna vez has experimentado una situación donde la tensión emocional y sexual era tan palpable que podías cortarla con un cuchillo? ¿Qué hiciste al respecto? 🌹✨

Disfruta de muchos más poemas y reflexiones pulsando aquí.

Las imágenes que ves en este blog se utilizan con la licencia de Canva Pro

Sobre el autor

Los Tejos

GLAM ETERNA TE RECOMIENDA:

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *