Esta siempre disponible en el amor no es fácil, lo sé.
Desde que tienes uso de razón
te han dicho que debes correr, que debes dejar atrás la soltería
para atarte para siempre a un hombre o una mujer
como si eso fuese uno de los pilares más importantes en la vida,
como si así fueses a alcanzar la felicidad,
aunque encerrándote y haciéndote creer que vives solo por una persona,
te estás engañando y engañas también a los demás
porque les haces creer que así eres feliz y que jamás podrán tenerte entre sus brazos.
Déjame decirte, déjame contarte,
lo bonito, lo hermoso, lo maravilloso que es estar disponible,
aun cuando una parte de tu corazón permanece ocupada,
porque eso significa que puedes seguir enamorándote
y replicar la magia del amor una y otra vez,
sin que, con ello, seas infiel, porque en las relaciones
la sinceridad debería ser lo primero.
Me gusta verte sola, me gusta verte solo,
libre, sonriente, feliz,
como si tu corazón no tuviese dueño,
ya que no hay nada más cruel y horroroso que ver la correa de tu amo o ama,
y que tú la luzcas con orgullo y te saques fotos con ella puesta,
para que todos sepan que no estás disponible.
Quien te condena a permanecer aislado y en silencio,
desconoce la fuerza que poseen esos cientos de amores pasajeros
que llegarán a tu vida y te robarán tarde o temprano el corazón.
Es imposible luchar contra una fuerza semejante.
Cuántas veces me habrán visto o conocido seres como yo
que desean que esté disponible,
y, por creer que no lo estaba,
se marcharon rápidamente
sin darle una oportunidad a una buena conversación.
Quizá creyeron que yo también tenía correa,
nadie es adivino, lo sé, por eso yo también peco o he pecado,
yo también no me he demostrado disponible,
no lo he gritado a los cielos
y, por ello, pido perdón.
Perdón por los desengaños que he podido ocasionar,
perdón por los corazones rotos,
perdón por no haber dejado que me cogiesen de la mano
y me confesasen lo más puro o vicioso que se les pasaba por la cabeza.
Qué precioso es saber que estás disponible (en el amor),
aunque jamás vayamos a hablar,
aunque tengas pareja y la ames con locura,
qué hermoso es saber que compartimos un maravilloso secreto
y no nos hace falta ir pregonándolo por ahí,
ya que, en las sombras, permanece y debe mantenerse lo auténtico,
aquello que nos eriza el vello de toda nuestra piel,
aquello que nos remueve las entrañas
y nos hace recuperar la esperanza en esta vida, cada vez más fría,
porque poder amar sin fin es, al fin y al cabo,
para lo que estamos hechos y predestinados.
Escrito por Kay Nuit. Todos los derechos reservados. Copyright 2023.
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