Me seduce que me lean,
tanto mis libros como este mismo blog,
me seduce que lean, da igual lo que sea,
aunque si es ficción, mucho mejor,
que los ensayos resultan fríos en temas sentimentales,
aunque estos hablen de amor.
Me seduce que me leas,
que me digas que te han llegado mis textos,
mis ideas, mis perversiones,
me seduce que hayas pensado en mí al leerme,
mientras tenías a tu pareja a solo unos centímetros
y le hayas sido infiel solo de pensamiento.
Me seduce que seas sincera y me confieses sin tapujos
que te han enamorado mis líneas,
aunque hayan sido solo unas pocas.
Me seduce que me hayas enviado un mensaje
solo para decírmelo,
que hayas malgastado tu escaso tiempo en mí,
en mi obra, en mis divagaciones.
Me seduce que te hayas cuestionado tu vida
tras leer mi último libro,
que hayas imaginado mundos distintos,
que hayas soñado con personajes que te consuelan
y te secan las lágrimas cuando te sientes tan sola.
Me seduce que seas diferente
porque, al fin y al cabo, lees,
me lees, los lees,
te encanta introducirte en lo más profundo de otras mentes
y, en parte, hacerlos, hacernos tuyos,
porque quizá algún día,
nadie sabe cuándo ni cómo
al final recitarás de memoria alguna línea que una vez leíste
y, cuando te pregunten de quién es ese fragmento,
tú, con la cabeza alta, les hablarás de mí, de él, de ella, de ellos,
y nos convertirás a todos en cómplices de tu pasión.
Me seduce que leas
porque, aunque tu aspecto exterior te haga llorar,
aunque el mundo que te rodea te decepcione
y te exija ser otra persona mucho más superficial y común,
en el fondo, sabes que vas por buen camino,
porque si lees, jamás, amor mío, puedes estar equivocada.
Escrito por Kay Nuit. Todos los derechos reservados. Copyright 2023.
Disfruta de muchos más poemas y reflexiones pulsando aquí.