Si has entrado en este post seguramente querrás que te diga el porqué de todo esto. Pero espera, espera. ¿Sabes por qué se me ha ocurrido el tema de hoy? Porque el fin de semana pasado estuve viendo la nueva antología de American Horror Story llamada American Horror Stories (y en Disney + Star, no te lo pierdas). Cada capítulo nos cuenta una historia distinta sobre leyendas o sucesos que podrían ser ciertos (salvo los dos primeros episodios que son la misma historia). Y lo hacen de forma extremadamente violenta. Sí, lo sé, hablamos de American Horror Story y su universo, pero es que esa misma violencia la vemos en cualquier otra serie o película. Y lo pueden ver tanto niños, adolescentes como adultos. No seamos hipócritas porque hoy en día los niños ven lo que quieren y cuando quieren, les pongas los filtros que les pongas. Violencia en películas y series a cascoporro con todo lujo de detalles, ¿pero sexo? No, por favor, que eso es super dañino (permite que me ría).

Pero oye, rompo una lanza a favor de American Horror Stories ya que en los dos primeros episodios (que cuentan la misma historia), los padres de la chica adolescente son dos hombres. Algo que debería verse más, pero nunca nos lo muestran. En este caso se ve de forma natural (porque lo es) y te hace pensar que es necesario que reflejen más parejas que las típicas de solo hombre y mujer. ¿Qué tal una trieja? Porque sí, señoras y señores, lo que vemos en televisión y en el cine moldea nuestra percepción de la realidad. Por más que algunos traten de negarlo.
Gran Novedad mientras estaba escribiendo esta noticia:
Es curioso (o lógico) que justamente viese una noticia en la que decían que en varios colegios han pillado a varios niños jugando a los juegos infantiles que aparecen en la famosa serie de Netflix El juego del calamar. Una serie recomendada para mayores de 16 años, pero que eso se lo pasan por el forro padres e hijos (incluso la ven juntos).
¿Y de qué va esa famosa serie? De un concurso en el que 456 jugadores, la mayoría de ellos endeudados o con vidas al límite, juegan a una serie de juegos infantiles y si pierden, acaban muertos. Eso sí, la jugosa recompensa de 45.600 millones de wones (moneda surcoreana) hace que todos olviden el peligro que corren y se lancen a la aventura.
Esta serie nos recuerda a Battle Royale (la película) y su secuela. Aunque los niños están más familiarizados con los juegos online inspirados en esa película donde 100 jugadores entran en una partida y solo puede quedar uno. Para ello deberán acribillar y matar al resto. Educando desde el corazón siempre, claro que sí.
En el caso de la serie El juego del calamar se introducen juegos infantiles (¿quizá para atraer a un público menor?) mezclados con violencia extrema. Y ese cóctel, amigo o amiga mía, es lo que tiene éxito en las plataformas digitales. Y también lo tiene porque lo ven niños, adolescentes y adultos ¡todos los públicos! Y lo ven por separado o todos juntos, porque la violencia extrema se puede disfrutar sin problemas en familia.
Para leer la noticia de la que hablo pulsa aquí.
¿Por qué se permite tanta violencia gratuita en las series y películas?
Porque aún vivimos en una sociedad que se deja llevar por la mentalidad cristiana. Y cuando digo esto, me refiero a la condena pública del sexo que se hace, relevándolo a lo privado, a donde nadie nos puede ver y haciéndonos sentir culpables si deseamos saber qué pasa cuando la o el protagonista de la película desnuda al secundario o secundaria. Sin embargo, tenemos nuestra dosis gratuita de vísceras y asesinatos cuando lo deseemos. No vemos a un asesino insinuando que clava un cuchillo, no, vemos con todo lujo de detalles y de la manera más salvaje cómo clava el arma blanca en el pecho o el cuello de su víctima.

Porque hablamos de historias de ficción donde hay una historia elaborada, no películas o series pornográficas donde todo se reduce «a hola, ¿qué tal?» Y se ponen a hacer el amor o a practicar el sexo más duro. Y seguramente hay quien diga que en las películas violentas o de zombies (por poner un ejemplo) no pega que metan una escena de sexo explícito. Bien, ¿entonces por qué no se puede meter una escena de sexo en una película romántica?. ¿Tan malo es eso? ¿Tan perjudicial, tan dañino? Vale, los actores de Hollywood o de las plataformas digitales no harían eso. Pues usa dobles, haz lo que quieras, pero por favor, no sigamos siendo unos hipócritas que ven a escondidas porno y luego con la familia o nuestra pareja películas con escenas donde a una persona le revientan la cabeza con un hacha.
Sinceramente, no me cuadra que se deje ver a niños o adolescentes películas y series extremadamente violentas y luego se impida que vean porno. ¿Pues sabes qué? Vivimos en el siglo XXI e igual lo van a ver. Y lo peor de todo es que todo el porno no es beneficioso, no, también nos enseña según qué comportamientos perjudiciales. Como no vemos sexo en las películas y series de ficción, nos pensamos que el porno es una especie de realidad alternativa. Así de confundidos nos tienen. Y claro, tanto consumir lo mismo, nos hace creer que en la cama debe ocurrir lo que vemos en esas películas que disfrutamos a escondidas.
¿Y esto solo pasa en las series y películas?
No, claro que no. En las redes sociales está más que prohibido mostrar un desnudo completo (de mujer u hombre) o los pezones (de mujer). ¡Uau! ¡Qué locura es mostrar un pecho! Hace un tiempo en Pinterest podías ver desnudos (al menos que yo recuerde), pero ha seguido los pasos de Facebook e Instagram (el mismo dueño) y ahora solo se pueden mostrar desnudos si son artísticos y no muestran según qué. Como si eso fuese una perversión absoluta. Pero de nuevo, violencia ves a montones, sea o no artística.

Es algo que nunca entenderé, el tema de aceptar que matar a alguien en una serie o película es correcto, pero no verle hacer el amor. Aunque sea un poco, de forma fugaz. Y luego plataformas como Netflix quieren darnos lecciones de igualdad, fraternidad y mucho más. La violencia no enseña nada, solo es una vía de escape a la rabia e ira que sentimos en nuestro día a día. ¿Y sabes qué? También lo puede ser el sexo y no es tan dañino. Si se viesen más películas románticas liberales y más porno ético, otro gallo cantaría.
¿Qué nos enseña la violencia en las películas y series?
Lo que vemos sí que nos afecta, para bien o para mal (inconscientemente). Y no, no voy a ser el típico que dice que ver películas de psicópatas te convierte en un psicópata (o jugar a videojuegos violentos), pero sí que nos afecta negativamente ver solamente eso y de forma continuada porque es energía negativa que absorbemos. Y no, no soy ningún místico.
Lo mismo ocurre cuando solo vemos películas o series sobre amor romántico monógamo. Eso nos afecta a la percepción que tenemos del mundo y las relaciones: lo tomamos como un dogma y solo buscamos eso en nuestra vida. Y como el sexo nunca lo muestran de forma oficial pues lo tenemos como algo de lo que hay que esconderse. O consumirlo y borrar el historial, meterlo en el fondo del cajón, detrás de la ropa interior o en el fondo del armario. Malo, malo, has sido un chico o chica mala por consumirlo. Debes ocultar tu supuesta perversión a los ojos del mundo.

Seguro que piensas que la religión no afecta a tu forma de ver el mundo o de actuar. Pero eso no es cierto ya que tus relaciones seguramente sean todas monógamas, celebres fiestas cristianas (o de la religión que seas). Seguramente piensas que el sexo (si no es el convencional) no es beneficioso o no es puro. Y muchas personas se frustran al tener poco sexo en sus vidas o, cuando lo tienen, este no es satisfactorio. Son esas mismas personas las que, en muchos casos, prefieren consumir historias violentas o dramáticas (porque es lo fácil, lo que tienen más a mano). Es curioso, pero a tu vida llega aquello de lo que te rodeas o consumes. Y no digo que lleguen asesinatos por consumir películas o series violentas, pero sí llegarán discusiones, malas energías y frialdad porque lo único que tenemos en la cabeza son esas escenas violentas que hemos visto una y otra vez.
¿Hay esperanzas para todo esto?
Por supuesto, siempre nos quedará la literatura. En las novelas eróticas (o también románticas, pero menos), se cuentan con todo lujo de detalles las relaciones que tienen los protagonistas. Con lenguaje más o menos soez, nombrando a las cosas por lo que son. Y quien entra en la mente de una persona, produce terremotos mayores que quien solo muestra por encima (con imágenes en movimiento).

Leer sobre sexo e historias sexuales está totalmente bien visto, aunque algunos quieran menospreciar este tipo de literatura. Hasta las personas más recatadas se lo pasan en grande pasando las páginas de los libros más perversos y eróticos. En cambio, si su marido o esposa les habla de ver películas eróticas o pornográficas se escandalizan. ¿Será porque lo consumen en privado? Que oye, la imagen de recatado o recatada hay que mantenerla, no vaya a ser cosa que nos quemen en la hoguera.
¿Acaso sí hay sexo explícito en la literatura porque cualquier adolescente o niño puede darle al play y pocos abren un libro y mucho menos de romántica o erótica? Puede ser.
En definitiva
Aceptamos la violencia como parte del entretenimiento e incluso la educación (porque la tele o el PC son los nuevos profesores). Sin embargo, vemos horroroso el sexo explícito (sobre todo si nos lo muestran estando con otras personas). Nos hacemos los remilgados, los que nos escandalizamos, pero en el fondo, muy en el fondo, nos encanta y nos atrae. Muchos o muchas se quedarán con esa imagen que han visto sin querer y más tarde, en soledad, buscarán algo con lo que satisfacerse. De nuevo la faceta de esconderse, de darse placer en soledad porque creemos que nadie nos entiende, que estamos solos en el placer. Quizá tu pareja esté deseando ver contigo aquello con lo que te excitas. O quizá quiera compartir una bonita velada con esa persona que tanto te atrae. Prueba a hablar, a dialogar de algo más allá de la última serie o película violenta o dramática que has visto en Netflix, Disney + o Amazon Prime.

Y quizá te sorprendes. Porque hacer las cosas de otra manera siempre trae su recompensa. Y el sexo (si es positivo) nunca te hará daño ni te dará malos frutos, todo lo contrario: tendrás charlas agradables y excitantes. ¡Adelante, pruébalo!
¿Y tú? ¿Qué opinas sobre el tema de hoy? ¿Estás de acuerdo con que haya tanta violencia y tan poco sexo en películas y series? ¡Déjame un comentario!
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Pues no se que cine ves tu.. pero actualmente especialmente en series el único ingrediente suele ser : lenguaje soez, sexo brutal y mucha violencia todavía más brutal. Habitualmente todo bien mezcladito y en el primer capítulo. No se en que momento se debe meter esos 3 ingredientes para vender… pero eso es lo que tenemos.
Bueno, lo de sexo brutal es entre comillas y yo me refería a eso, que lo que más hay es violencia brutal y sí, lenguaje soez, sea o no para menores. En cuanto a sexo y relaciones personales me refiero a otro tipo de historias alejadas del mainstream. Gracias por comentar.