Si eres fan de la ya famosa serie El juego de las llaves, seguro que te has fijado en el juego al que juegan los protagonistas y te has preguntado si tú también podrías hacerlo realidad. ¿Es o no verdad? Al menos confieso que, en mi caso, la idea ha pasado más de alguna vez por mi cabeza.
¿Pero cómo jugar a ese juego? ¿EXISTE MODO ALGUNO DE HACERLO?
Para eso estoy aquí hoy, para contarte de qué forma podrías jugar con tus amigos (liberales o vainillas) y pasar una noche (o tarde) de escándalo. Porque la imaginación no tiene límites. Dímelo a mí que no paro de escribir historias románticas y eróticas y tengo ya para dos libros de cuentos que publicaré el año que viene. De momento, nos quedamos con los consejos de hoy 😉
Vayamos por partes.
A ver, si nuestros amigos son liberales todo será más fácil, pero… ¿Qué pasa si no lo son? Como ya vimos en la serie, lo mejor es ir poco a poco y quedar con ellos en casa de uno de ellos o en nuestra misma casa. Antes de que lleguen tendremos que estar compinchados con nuestra pareja y saber en todo momento cómo queremos que acabe la noche. Lo prepararemos todo y colocaremos de decoración encima de la mesa un recipiente bastante amplio (para más tarde).
Después de charlar, cenar y tomar los postres podemos proponerles jugar al popular juego llamado «yo nunca» el cual consiste en beber si nunca has hecho lo que dicen los demás o tú mismo. Por ejemplo: yo nunca he ido al supermercado borracho. Si nunca lo he hecho no bebería y si sí, tomaría un trago de mi copa o chupito.
Cuando se hayan hecho varias rondas y todo el mundo esté en situación y animado, tu pareja o tú podéis decir lo que les dice Sergio al resto de invitados:
Sin contar a sus parejas actuales, yo nunca, nunca he fantaseado sexualmente con alguien que está en esta mesa.
A partir de ahí habrán risas y alguna que otra confesión. Poco a poco los vamos metiendo en nuestro terreno. Y ahí es cuando podemos decir la ya famosa frase de Siena:
Llevemos este juego al siguiente nivel, ¿por qué no jugamos al juego de las llaves?
Seguramente más de uno no sepa en qué consiste, otros sí porque han visto la serie. Dependiendo de la reacción de los invitados, tu pareja o tú podéis decir que mejor no, que ellos no son así o no son tan valientes, etc. Así creamos aún más interés y algunos preguntarán o dirán que se atreven a todo, ¿quién sabe?
Ojo, esto puede salir bien o mal. Recuerda que estamos hablando de una serie de ficción y lo que hacen en ella. Hay que ir con mucho tacto y cuidado y saber bien con quién estamos tratando. No todo el mundo vale para esto.
Hecha la aclaración, seguimos con la explicación.
Cogeremos el recipiente decorativo y les diremos a los hombres o las mujeres que coloquen ahí las llaves de su casa o de su coche, no importa. Tras eso, los hombres o mujeres restantes, deberán coger una llave al azar (y sin mirar, a poder ser). Una vez todos lo hayan hecho, les diremos que se sienten al lado de la persona de quien pertenece la llave. Como es lógico, las llaves no tienen nombres por lo que se podrá preguntar de quiénes son, así nos aclararán las dudas.
Ya casi estamos. Una vez todos estén sentados junto al dueño o dueña de las llaves y estén riendo por la curiosidad que les despierta el juego, les diremos que, a partir de ese momento, nos iremos a hacer el amor con la persona a quien le pertenece esa llave. ¿Cómo te quedas? Sí, así es El juego de las llaves.
Ahí pueden haber dudas, miradas cómplices, discusiones y mucho más. Algunos creerán que es broma, como es lógico. De nuevo, si las parejas son liberales, todo será más fácil que si no lo son. Seguramente algunos, en el fondo, estén de acuerdo con la elección y otros no tanto. Lo bueno de todo esto es que se tiene que hacer despacio y no adelantar acontecimientos.
Esa primera noche será para sembrar la duda o el deseo entre los participantes. Nada más. Se seguirá bromeando con los demás y así acabará la noche, hablando del juego y lo gracioso que resultaría hacerlo realidad. Incluso podemos contarles que alguna vez lo hemos jugado o nos gustaría hacerlo.
¿Y después de la primera noche qué pasa?
Más de una pareja se quedará pensando sobre esa experiencia y lo agradable que sería vivir el intercambio propuesto. O no, podría ser que se mostrasen reacios y no los volviésemos a ver. Es lo que tiene arriesgar: puedes ganar mucho o perder algo. ¿Quién dijo que sería fácil?
Si son amigos algo cercanos podremos quedar con ellos en otras situaciones y, si surge el tema de El juego de las llaves, podemos contarles las ventajas que tiene ir más allá de las barreras y disfrutar del deseo y placer de tu pareja. Lo típico es que nos pregunten si no nos importa que otra persona haga el amor con nuestra pareja y diremos que los celos les dan un sabor especial a la relación y que ya lo hemos experimentado antes o nos gustaría experimentarlo. Ahí ya cada uno puede decir si tiene una relación abierta o simplemente le gusta disfrutar del sexo y experimentar cosas nuevas.
Cuando él me cuenta de sus experiencias con otras mujeres y yo le cuento de las mías, tenemos el mejor sexo de nuestras vidas. Hay un mundo de placer sexual allá fuera.
Siena, El juego de las llaves.
Muchas personas solo han tenido sexo con su pareja y han pasado de la treintena o cuarentena. Esas personas, en muchos casos, tienen sus dudas y deseos ocultos. Por eso es importante ir con psicología y entendiendo a todas las partes implicadas. Por eso son importantes los encuentros previos a la siguiente cena con los mismos invitados u otros nuevos. Lo suyo es que repitan algunos de los que ya estuvieron la vez anterior (o todos). Así se reforzará la idea de El juego de las llaves.
La segunda ronda de El juego de las llaves
Todo fluirá mejor si todos los asistentes a la cena son amigos, ya que así durante esa semana o semanas previas todos hablarán con todos y se reafirmará la idea de querer volver a jugar. Si no siempre se pueden hacer apuestas a ver quién será capaz de jugar o quiénes no.
Te apuesto 500 pesos a que van a jugar antes de que se acabe el mes.
Siena, El juego de las llaves
Tras las conversaciones, si las chicas o los chicos son amigos, podrán hablar por Whatsapp (o cualquier otra app de mensajería), en grupos privados o de persona a persona, calentando el ambiente y soltando la idea de volver a jugar a El juego de las llaves y finalizar lo que se comenzó en la primera ocasión. Pediremos confirmación de todos y, cuando la hayamos tenido, organizaremos otra cena.
Una vez estemos todos en la mesa, se sentirá la tensión en el ambiente y la conversación principal puede que sea la del juego. Hay que dar confianza y tranquilidad a los que estén más dudosos. Aún así pensemos en que si están ahí, es porque en el fondo les apetece probarlo.
Como bien dicen en la serie, antes de que comience el juego, estableceremos unas reglas:
- Regla 1: se debe practicar sexo seguro.
- Regla 2: no debe haber sexo fuera de El juego de las llaves.
- Regla 3: debe ser consensuado. Si a uno de los dos no le apetece, se puede charlar y pasar un rato juntos. Eso no significa que nuestra pareja no pueda hacer nada, lo principal es dejarse llevar.
- Regla 4: no te puedes enamorar de la otra persona. Es un juego estrictamente sexual.
Una vez más, les diremos a los hombres o las mujeres que depositen sus llaves en el cuenco o recipiente y, tras eso, las mujeres u hombres con los ojos cerrados cogerán unas llaves al azar. Con las llaves en la mano, el dueño de las mismas confirmará que son suyas para que sepamos con quién nos tocará estar esa noche. Habrán las despedidas correspondientes y cada uno se irá con la persona que le ha tocado.
Por cierto, si te gustan las historias sobre relaciones liberales estás de suerte ya que he sacado mi novela y está disponible en Amazon en versión física y digital.
¿Qué pasa si te tocan las llaves de tu pareja?
En la serie no aparece esta opción, pero supongo que te vas con ella y todo sigue igual. O no, podemos hacer otra ronda hasta que a todo el mundo le toque las llaves de otra persona. Ahí cada uno puede hacer lo que le apetezca.
Repito, como en todas las experiencias en la vida, todo puede salir bien, mal o regular. Puede que haya parejas que no se atrevan y otras sí. Lo importante es cumplir las reglas y ser sinceros con lo que hemos hecho o evitado.
Tras esa segunda experiencia, puede que algunos no quieran continuar y es normal. Habrá un tiempo de asimilación, diálogos y vivencias pasionales o frías. Algunos se cuestionarán su relación y otros, los más sexualmente sanos y estables, se sentirán revitalizados. A lo mejor en un futuro cercano se vuelve a sacar el tema y, como pasa en la serie, se puede sugerir que la siguiente vez (la tercera) sea con más gente aún. Así las posibilidades de repetir con la misma persona serán mínimas y todos podrán estar más tranquilos.
La tercera ronda de El juego de las llaves
La idea es que la tercera vez sea en un lugar alquilado o que no le pertenezca a ninguno de los asistentes y, si puede ser, aprovechando un acontecimiento especial (cumpleaños, aniversario, fiesta nacional, etc.).
En la serie, en el tercer encuentro, se cambian algunas reglas y otras se mantienen:
- Las llaves que se reparten pertenecen a las distintas habitaciones del lugar donde están.
- Habrán habitaciones con dos, tres o más invitados (todo depende de la llave que te toque).
- Consentimiento de las dos partes.
- Sexo seguro.
- En las áreas comunes habrá un estricto voto de silencio.
- Todos deberán permanecer con sus máscaras puestas.
En esa ocasión el juego se convierte en algo más grupal que swinger.
Como tenemos libertad de movimiento, podemos cometer el error de buscar a nuestra pareja para forzar el encuentro. Esto, amigo o amiga mía, NO es El juego de las llaves y puede llevar a confusiones y malos rollos.
Como en todo, lo mejor es dejarnos llevar, hacerlo todo con cabeza y jugar, que para eso es un juego y no hacemos daño a nadie con él (si lo dejamos todo claro desde un principio).
¿Y tú? ¿Practicarías El juego de las llaves con tus amigos o conocidos? ¡Déjame un comentario!
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Si tenemos inquietudes, y CREEMOS que nos gustaría probar el juego de las llaves.
Lógicamente, nunca lo hicimos, y no sabes fijo.